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¿Cómo dividir una propiedad?

Dividir una propiedad es un procedimiento bastante habitual entre familiares y socios profesionales. La comunidad de bienes es una figura jurídica que se da cuando la propiedad de una cosa o de un derecho pertenece proindiviso a varias personas (eres el dueño de un bar junto a un amigo, te compraste un coche a medias con tu pareja…) Si quieres dividir una propiedad tienes dos formas de hacerlo: la amistosa o la judicial.

 

La comunidad de bienes, en el contexto del Derecho Civil, puede surgir de diversos modos y dar lugar a una serie de derechos y obligaciones entre las partes involucradas. Uno de los escenarios comunes es aquel en el que varias personas deciden formalizar una asociación para llevar a cabo una actividad económica en común, lo cual puede incluir la aportación de dinero, bienes o trabajo. Este acuerdo puede establecerse mediante un contrato específico, el cual puede ser formalizado tanto de manera verbal como escrita, aunque en el caso de aportaciones de bienes inmuebles u otros derechos reales, la forma escrita puede ser necesaria.

Por otro lado, la comunidad de bienes también puede surgir de manera más simple, como en el caso de comprar un bien con otra persona. En estas situaciones, la comunidad estará regida por las disposiciones generales del Código Civil, específicamente los artículos 392 y siguientes, en ausencia de un contrato que establezca lo contrario o disposiciones especiales aplicables

¿Cómo dividir una propiedad?

La extinción o disolución de una comunidad de bienes puede ocurrir por diversas razones, y el Derecho contempla diferentes mecanismos para ello. Entre estos, se incluyen la consolidación por venta a un tercero de todas las cuotas indivisas, la consolidación por venta a un copropietario de todas las cuotas indivisas, la división de una propiedad mediante un procedimiento judicial, la pérdida o destrucción de la cosa común, y la renuncia de los comuneros a la cosa común.

Estos procedimientos pueden llevarse a cabo mediante acuerdo entre las partes o a través de un procedimiento judicial en caso de desacuerdo. En ambos casos, es fundamental contar con la asesoría de un abogado especializado en Derecho Civil para guiar el proceso de manera adecuada. En ocasiones en que la división de la comunidad se judicializa, el bien en cuestión puede ser vendido en una subasta pública, y el precio resultante se reparte entre los copropietarios de acuerdo con su porcentaje de participación en la comunidad.

Es importante destacar que la extinción de la comunidad de bienes pone fin a la situación de condominio y otorga un derecho de propiedad exclusivo sobre el bien a favor de aquel o aquellos a quienes se adjudique el bien entero o las porciones resultantes de su división. Este proceso puede implicar la transferencia de la propiedad total del bien a uno o varios comuneros, dependiendo de cómo se haya resuelto la extinción de la comunidad.

 

Dividir una propiedad

 

Además de los mecanismos de extinción mencionados anteriormente para dividir una propiedad, es importante tener en cuenta que la comunidad de bienes puede también disolverse por la voluntad de las partes, expresada a través de un acuerdo mutuo. Este acuerdo puede surgir como resultado de negociaciones entre los comuneros, quienes pueden optar por vender la totalidad del bien común o por realizar una partición equitativa de los activos entre ellos.

En el caso de que los comuneros opten por realizar una partición del bien común, es crucial determinar cómo se llevará a cabo esta división. La partición puede ser física, es decir, dividir el bien materialmente en partes iguales o proporcionales al interés de cada comunero. Sin embargo, en algunos casos puede ser difícil o incluso imposible dividir físicamente el bien, como en el caso de un terreno o una propiedad inmobiliaria. En tales situaciones, se puede recurrir a una partición judicial, interponiendo el Abogado una demanda para que sea un Juez acabe por determinar la forma en que en que se distribuirán los activos entre los comuneros.

Otro aspecto importante a considerar en la extinción de una comunidad de bienes es la liquidación de las deudas y obligaciones asociadas al bien común. Antes de proceder con la división o venta del bien, es necesario liquidar cualquier deuda pendiente, así como resolver cualquier disputa legal o reclamación de terceros sobre el bien común. Esto puede implicar la realización de una auditoría financiera para determinar las obligaciones financieras asociadas al bien y asegurarse de que se cumplan todas las obligaciones legales antes de proceder con la extinción de la comunidad.

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Además, es importante considerar el impacto fiscal de dividir una propiedad. Dependiendo de la legislación fiscal aplicable y de la forma en que se lleve a cabo la extinción, pueden aplicarse impuestos sobre las ganancias obtenidas de la venta del bien común o sobre la distribución de los activos entre los comuneros. Por lo tanto, es recomendable buscar asesoramiento fiscal para comprender las implicaciones fiscales de la extinción de la comunidad y tomar decisiones informadas.

 

En conclusión, dividir una propiedad y poner fin a un condominio puede realizarse por varios medios, siendo los más frecuentes la venta del bien común, la división física o judicial de los activos, y el acuerdo mutuo entre los comuneros. Es fundamental tener en cuenta los aspectos legales, financieros y fiscales asociados a la extinción de la comunidad para garantizar un proceso justo y equitativo para todas las partes involucradas. Si tienes cualquier duda, contáctanos

 

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